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Cirugía de antepié

La cirugía del antepié es aquella que se realiza para corregir patologías que afectan a la parte anterior del pie como los juanetes, metatarsalgia o el neuroma de Morton. 

En la cirugía del antepié, un cirujano realizará una incisión a lo largo de la parte superior o inferior del pie para corregir una deformidad o eliminar una lesión . Cada cirugía de antepié se adapta específicamente a las necesidades del paciente para tratar su afección específica.

La cirugía del antepié consiste en realizar correcciones óseas y tendinosas a través de incisiones. Se fijarán si es necesario con tornillos, placas o agujas. Es muy importante su información y colaboración para asegurar un buen resultado. Antes de la intervención es necesario que adquiera muletas, calzado postquirúrgico y separador digital.

Estas cirugías suponen un tiempo de recuperación largo, siendo habitual que el dolor y el edema persista al menos durante 6 meses. Se estima un mínimo de 2-3 meses de recuperación lo que puede suponer una incapacidad temporal laboral según el trabajo que desempeñe.

La patología mas frecuente, el hallux valgus  (coloquialmente llamado juanete), se trata de la deformidad producida en el dedo gordo del pie, denominado también como primer dedo o hallux. Dicha deformidad es producida a consecuencia de una desviación / subluxación en la articulación metatarsofalángica

Esta desviación, con el paso del tiempo, acaba originando una inflamación de la cápsula articular y de las partes blandas en la cara interna del dedo gordo, produciendo un abultamiento conocido como bunion que es el responsable del dolor que padece el paciente al calzarse.

Sin duda, el hallux valgus es una de las principales causas de dolor en la patología de pie.

La cirugía del hallux valgus consiste en corregir quirúrgicamente la deformidad del dedo gordo. Para ello, durante la cirugía se realizan cortes de corrección a nivel de los huesos (osteotomía) asociados a incisiones en los tendones (tenotomía) y partes blandas (capsulotomía) para restablecer la anatomía que tenía el dedo gordo antes de sufrir la deformidad.

Tras la intervención, llevará un vendaje funcional que el mismo cirujano coloca tras la cirugía, que se cambiará cada semana durante las cuatro primeras semanas. A partir de la cuarta semana, el paciente puede que necesite un espaciador de silicona entre el primer y segundo dedo asociado a un sistema de sujeción llamado cincha metatarsal.  A partir de entonces el paciente ya puede llevar su propio calzado.

En caso de necesitar puntos de sutura durante la intervención quirúrgica, éstos serán retirados a las dos o tres semanas, en función del proceso de cicatrización del paciente.

El postoperatorio puede variar en función de cada paciente, así como de la técnica quirúrgica realizada.

Pie plano del adulto

La causa más frecuente de pie plano adquirido es la insuficiencia del tendón del tibialis posterior. La pérdida funcional del músculo tibialis posterior produce una sobrecarga excesiva de las estructuras ligamentosas plantares y mediales del pie. Su estiramiento gradual produce el colapso del arco longitudinal, además de valgo del retropié, abducción del antepié, e inclinación vertical del astrágalo.

Se han propuesto varios factores como causas de la insuficiencia del músculo tibialis posterior tales como las rupturas del tendón degenerativas, y las mucho menos frecuentes traumáticas, así como sinovitis inflamatorias. Se afectan con más frecuencia a las mujeres de edad media con sobrepeso. 

En las fases iniciales de la enfermedad, los pacientes describen con frecuencia períodos de dolor e inflamación en el tendón por detrás del maléolo medial. Con frecuencia estos períodos alternan con intervalos libres de síntomas. Con el tiempo, se deforma el antepié y se aplana el arco longitudinal, mas adelante durante las fases tardías, tras el colapso completo del arco, se produce dolor por pinzamiento entre la punta del maléolo lateral y el calcáneo.

El diagnóstico clínico se basa en la inspección, palpación, y valoración de la función. Un hallazgo clínico típico es el signo de «demasiados dedos»: cuando se mira el pie desde detrás, se ven más dedos de los que se ven habitualmente, debido a la abducción del antepié. Ponerse de puntillas sobre un pie resulta difícil; la mala alineación del retropié ya no se puede corregir, y como consecuencia persiste el valgo3. 

Se deben realizar radiografías en carga dorsoplantar y lateral de ambos pies. Permiten detectar un astrágalo inclinado verticalmente así como la abducción del antepié.

Los principios quirúrgicos y objetivos son el alivio del dolor y recuperación de la fuerza y de la función del pie, mediante diferentes gestos técnicos:

  • Osteotomía del calcáneo es corregir el valgo del talón, restaurar el arco, y la corrección de la abducción del antepié9, la realineación axial de la extremidad inferior, y la medialización de la fuerza de tracción del tendón de Aquiles.
  • Transferencia del tendón del flexor digitorum longus trata de compensar parcialmente la pérdida de función del tibialis posterior. 
  • Osteotomías de Evans y Cotton, según la abducción del antepie y la supinación residual del primer radio.

Las ventajas de a corrección son el alivio del dolor, la recuperación del apoyo monopodal sobre el talón, la corrección de la abducción del antepié y la recuperación del arco longitudinal.

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